¿Qué os parece si hoy quedamos en Las Tierras Altas?
¡Cuánto nos gusta viajar!
Viajar es huir de la rutina para adentrarse en una burbuja que normalmente
flota ligera (siempre que no hablemos de viajes de trabajo).
Hoy intentaré transportaros al norte, a una de las ciudades
de mayor encanto del mundo; chicos, macuto en mano que nos vamos a EDIMBURGO.
Tengo la gran suerte de haber vivido en Escocia, exactamente
en Edimburgo durante dos años, dos de los mejores años de mi vida.
Me fui con gran ilusión a cursar un Master de un año, y
decidí quedarme uno más. Como todos los comienzos, hubo dudas y miedos,
inseguridades, debilidades y añoranzas pero, la vida es bella, y poco a poco
todo eso se convirtió en confianza, seguridad, alegría y AMISTAD.
Cierto que el paisaje, la arquitectura, las vistas, el
conjunto de una ciudad hace de ella que sea bonita, pero, lo que realmente hace
que una ciudad sea ESPECTACULAR es su gente, sus vivencias. Los escoceses en Edimburgo son gente abierta, divertida, trabajadora, generosa
y muy pro whisky, jejeje, en definitiva, son muy buena gente. Sin embargo, no
solo los oriundos del lugar lograron que mi recuerdo de la ciudad fuese
inmejorable, que mi corazón de alguna manera sea, a día de hoy, un poquito
escocés; es obra de la mezcla de la ciudad como tal, de los escoceses y en gran
parte de “la familia” que encontré allí.
Fueron miles las experiencias que vivimos juntos, las risas,
los cines y las cenas, las salidas y subidas (A Calton Hill).
Allí, en la colina del Calton, viví momentos inolvidables
durante el Beltane Festival; un festival que da la bienvenida a la primavera
con danzas y espectáculos de lo más variado. Se celebra al aire libre y es uno
de los días más divertidos del año. Reunión de amigos, cervezas, patatas,
bocatas y a disfrutar de una noche mágica. Sin duda, recomendación para añadir
en la lista de To Do’s.
Recorrí la ciudad de arriba abajo, conocí su historia, sus
olores y sus sabores. Os puedo decir, que Harry Potter, de la conocidísima
J.K.Rowling nació en un café muy popular del centro de la ciudad antigua, el
entrañable Elephant House. Hoy en día, son muchos los que disfrutan de un hot chocolate
en una sala llena de encanto, bohemia, llena de anuncios de busco flatmate,
Spanish lessons y otros varios, llena de papeles con dibujos y recuerdos, llena
de vida.
Muy cerquita tenemos la imagen de Bobby, el multiconocido
perro de Edimburgo. Su historia es de lo más sorprendente y entrañable.
Bobby era un pequeño terrier que, según dice la leyenda, después de l amuerte de su amo, Bobby pasó 14
años sentado sobre la tumba de su am. Como buen terrier, caracterizados por su
coraje y tenacidad, acompaño a su amo hasta en la muerte lloviera, helara o
bajo los rayos del sol.
Justo detrás, tal y como apreciamos en la foto, se encuentra
el pub de Edimburgo que mejor prepara el plato tradicional, Haggish and Neeps.
Nos os diré en qué consite para que los poco aventureros gastronómicamente
hablando se decidan y lo prueben.
Thanks Sashita for your great pics!
El post de hoy no comenta ni la mitad de las maravillas que
Edimburgo guarda para nosotros, no quería desvelaros todas y sí pretendía
dejaros con esa inquietud de visitar, para mí, una de las ciudades más bonitas
del mundo.
¡Nos “vemos” pronto!
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