¡Buenos días a todos!
Ayer domingo, tras un sábado muy especial, la dehesa extremeña amanecía cubierta por una ligera niebla que le aportaba un pequeño toque de magia.
No hacía demasiado frío, pero la niebla impedía que la visibilidad fuese del 100%. Pese a ello, el día no podía ser mejor; la niebla no calaba y la dehesa se convertía en un lugar de ensueño, un paisaje totalmente especial que invitaba a disfrutar de un paseo a través de la ligera densidad.
Los animales parecían absortos en un ambiente tranquilo, el paraje sin igual de una increíble esplanda invadida de una "baja humareda" te invitaba al relax y la desconexión.
Hoy, tras un viaje de vuelta a la ciudad, Madrid, envidiosa del entorno mágico, amanecía cubierta de la misma niebla.
Eso sí, la sensación de paz y tranquilidad no era la misma.
Cierto que para mucha gente, la niebla provoca una sensación de tristeza, sin embargo, y como siempre, al mal tiempo, buena cara. hay que buscar el lado positivo de la vida, y nos deberíamos quedar con la sensación de magia que aporta la niebla que recorre los recovecos de edificios y oficinas de la gran ciudad con un ritmo relajado que nos lleva a rozar la tranquilidad.
Disfrutad del día, ¡nos "vemos" pronto!
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